Cada día se nos ofrece la maravillosa oportunidad de ser mejores personas en todos los ámbitos de nuestra vida, en cada uno de nuestros pensamientos, de nuestros proyectos y acciones. Imposible desaprovecharlo.
Les invito a que sean felices, a abandonar todas aquellas conductas y pensamientos que pudiesen causar daño, para sustituirlas con el sentimiento que todas y todos carecemos en algunas medida: amor. Ese amor sincero que se puede dar a montones pero que en ciertas oportunidades no lo entregamos por miedo y que de igual forma en ocasiones nos resistimos a recibir.
Junto a esta reflexión, les regalo una acuarela que hice algunos años atrás, para desearles que sean colmados de bendiciones.
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