Fugaz remanso para el alma, tibieza para el cuerpo
sueños e ilusiones que regresan mientras la luz inunda la estancia
veo mi reflejo y en el cristal me descubro gozosa.
Sonrisas, humedades todas se acercan
olores y sabores se precipitan en avalancha. Estoy despierta.
Busco a mí alrededor perdida,
descubro el olvido, retorno a la vida
avanzo en un quejido corto, distante, casi imperceptible
todo me es desconocido.
Los colores dorados y rojizos se imponen
dejan atrás la negritud y blanco sepulcral
se abrazan, se funden, se acercan, retroceden
enamorados en una enigmática danza
El sol sella el encuentro sereno, transparente.